martes, 22 de febrero de 2011

Recuerdos de un delirio

Eran las 16:42 y aun me quedaba una larga hora de viaje en el metro. Tras unos minutos de solitaria espera en el anden, se sentó a mi lado una mujer sorprendentemente bella. Tendría al rededor de treinta años pero no aparentaba mas de veintitrés. Tenia el pelo de un castaño muy oscuro, unos rasgos muy delicados, como cincelados por la mano mas experta y una profunda sensacion de serenidad embolbia su rostro. Pero no fue eso lo que me llamo la atención de ella, fueron sus ojos, unos ojos del verde mas intenso que había contemplado jamás, mirarla a los ojos era como transportarte a una pradera bañada por el sol. Eran hipnóticos. Solo la llegada del tren me saco de mi embobamiento. Ya en el metro me senté en el banco mas cercano, ella se sentó frente a mi . Cuando me percaté de su presencia sus ojos parecían volver a llamarme, y de nuevo me vi atrapado en la profundidad de su mirada. Su rostro  seguia tan sereno como antes, todo parecia moverse a nuestro alrededor a una gran velocidad, pero yo seguia en mi mundo, o mejor dicho en el que se ocultaba en su mirar. Tras varias paradas me percate de que ella habia desaparecido ante mis ojos sin siquiera darme cuenta debido a mi estupor. El viaje continuo sin novedad pero en mis pensamientos seguia ella observandome con esos maravillosos ojos verdes... Llegue a mi destino justo una hora despues de entrar en la estacion de metro que estaba a unos escasos cien metros de la casa de Manu.


Manu es un chico bastante normalito, algo bajito, con el pelo rubio y muy rizado que le llegaba por encima de los hombros. No sé, el tipico chico de quince años supongo.


"Continuara..."


Zems.

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